Tradiciones Navideñas – Las Posadas
Las posadas tradicionales tienen ligeras variantes de acuerdo al lugar en donde se celebran e inclusive cambio a través del tiempo, sin embargo los aspectos comunes más importantes son:
– El pedir posada (con los cantos tradicionales)
– El rezar el rosario
– El romper la piñata
– La cena y la convivencia
La tradición nos dice que José y María tuvieron que ir de puerta en puerta pidiendo posada. Para representar este acontecimiento, dos voluntarios se pueden vestir como José y María, o pueden utilizar figuras de los peregrinos de las que se colocan en los nacimientos. Los peregrinos acompañados por un grupo de invitados a la posada salen de la casa y piden posada en la puerta, entonando los villancicos. Las personas que se quedaron en el interior de la casa deben negar la posada obligando a los peregrinos a pedir posada dos o tres veces, hasta darles hospedaje con los cantos tradicionales (villancicos).
Cantos para pedir Posada
Afuera: En el nombre del cielo os pido posada pues no puede andar mi esposa amada.
Adentro: Aquí no es mesón sigan adelante yo no debo abrir no sea algún tunante.
Afuera: No seas inhumano tenos caridad que el Dios de los cielos te lo premiará.
Adentro: Ya se puden ir y no molestar porque si me enfado os voy a apalear.
Afuera: Venimos rendidos desde Nazareth, yo soy carpintero de nombre José.
Adentro: No me importa el nombre déjenme dormir pues que ya les digo que no hemos de abrir.
Afuera: Posada te pido amado casero por sólo una noche la Reina del Cielo.
Adentro: Pues si es una reina quien lo solicita ¿Cómo es que de noche anda tan solita?
Afuera: Mi esposa es María, es Reina del Cielo, y madre va ha ser del Divino Verbo.
Adentro: ¿Eres tu José? ¿Tu esposa es María? Entren peregrinos no los conocía.
Afuera: Dios pague, señores vuestra caridad y os colme el Cielo de Felicidad.
Adentro: Dichosa la casa que alberga este día a la Virgen Pura, la hermosa María.
TODOS:
Entren santos peregrinos, peregrinos,
Reciban este rincón,
Que aunque es pobre la morada, la morada,
Os la doy de corazón.
Cantemos con alegría, alegría,
Todos al considerar,
Que Jesús, José y María y María
Nos vinieron hoy a honrar.
Para Leer
El Sueño de María
Tuve un sueño, José, y realmente no lo puedo comprender, pero creo que se trataba del nacimiento de nuestro Hijo.
La gente hacía los preparativos con seis semanas de anticipación, decoraba las casas, compraba ropa nueva, salía de compras muchas veces y adquiría elaborados regalos.
Era un tanto extraño, ya que los regalos no eran para nuestro Hijo; los envolvían en vistosos papeles, los ataban con preciosos moños y todo lo colocaban debajo de un árbol.
Sí, un árbol, José, adentro de sus casas; esta gente había decorado el árbol, las ramas estaban llenas de adornos brillantes y había una figura en lo alto del árbol, me pareció que era un ángel, era realmente hermoso.
Luego ví una mesa espléndidamente servida, con platillos deliciosos y muchos vinos, todo se veía exquisito y todos estaban contentos, pero no estábamos invitados.
Toda la gente se veía feliz, sonriente y emocionada por los regalos que intercambiaban unos con otros, ¿pero sabes, José?, no quedaba ningún regalo para nuestro Hijo; me daba la impresión de que nadie lo conocía, porque nunca mencionaron su nombre.
¿No te parece extraño que la gente trabaje y gaste tanto en los preparativos, para celebrar el cumpleaños de alguien a quien ni siquiera mencionan y que da la impresión de que no conocen?
Tuve la extraña sensación de que si nuestro Hijo hubiera entrado a esos hogares, para la celebración, hubiera sido sólamente un intruso.
Todo se veía tan hermoso y la gente se veía feliz, pero yo sentía enormes deseos de llorar, porque nuestro Hijo era ignorado por casi toda esa gente que lo celebraba.
Qué tristeza para Jesús, no ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños.
Estoy contenta porque sólo fue un sueño, pero qué terrible sería si esto se convierte en realidad.
